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POEMAS - II Recital

Irene Márquez López

EL EXILIO DE LAS FLORES

 

 

El agua entra en mis ojos
y las bestias nadan
en sus fondos salvajes
Nadaban tropezando
con piedras de colores
y lo salvaje incendió la muerte
Sé que el crimen perfecto
se escribió mucho antes
cuando las barcas llegaron
a la orilla
El sollozo de las flores
encerraba todos los fantasmas
del pasado
He vivido entre cuerdas
de guitarra
saltando entre notas
y claves de sol
La lluvia de claveles
me acaricia
las mejillas
cuando de tus ojos brotan
Un águila dorada
mordió los restos
que de ti quedaron
y coronaron con rosas y espinas
tu esqueleto vacío
Lleno de huecos
y escaso de cicatrices
Se diluyeron
en la tierra mojada
y una manada de lobas
invadió territorio
Salí de la cueva
cansada de ecos
del pasado
Pedía el exilio
y la sequedad del océano
para ir caminando
hasta tus raíces
Tenía mil máscaras
pero me quedé desnuda
ante lo desconocido
Y ardimos
Y naufragamos
En una isla desierta
Sin fronteras

LA ÚNICA HERIDA

 


La única herida

Es lo que no he vivido.
Lo que no sé.
A quien no he querido.
A ti.
A él.
A mí.
La única herida
Es la que no tengo.
La que no sangra.
La que no sana
Con limón y sal.
La cicatriz es el espejo
De mi alma queriendo ser fuerte,
Después de hundirse y ser ceniza.
Ser ceniza en la noche del olvido,
Esa noche que vuelve del recuerdo
Y nos sumerge en un mar de nostalgia.
Sin oxígeno.
Sin latidos.
Cóseme la cicatriz de esta herida,
Cósela con mimbre.
Que no se rompa.
Que no duela.
Esta herida.
Dale alas para que aprenda
A vivir en libertad.
Para que aprenda
A ahogarse en soledad.
Pero, respira.
Brota de la sangre
El oxígeno no consumido
Para pasar las últimas noches
Acompañada de música.
Yo
Y un bolero de fondo.
Un bolero desesperado.
Que despida la ausencia.
Los fantasmas del pasado.
Grito y grita para espantarlos.
Cierra las puertas
Y las verjas que limitan
El perímetro de mis pesadillas.
Y entierra mis recuerdos
En una lápida,
Cuyos guardianes
Son pájaros sin alas,
Anclados al olvido.
El olvido del pasado.
La única herida.

MISMA ESENCIA

​

​

Te miro a los ojos
Y te veo a través del tiempo
En otras vidas
Vidas pasadas
Te veo hace años atrás
Me toco el pelo
Y palpo mi cabello
Envuelto de barro
Mis manos teñidas de rojo
Mezcla de grasa y polvo de ocre
Lejos de la gran ciudad
Mis pechos al descubierto
Luchando contra la ley de la gravedad
Y este niño que porteo en la espalda
Y juega con ellos
Mi piel desnuda
Llena de adornos
Fuego y música ancestral de fondo
Te veo a mi lado
En otro rostro
Otro cuerpo
Pero misma esencia
Misma mirada
Ojos negros penetrantes
Misma alma
Somos himbas
De una tribu lejana en África
Hace sesenta años
Sabía que te conocía de antes
Mucho antes
El tiempo se ha detenido
No existe
Sólo la energía
Te sigo mirando
Viajo a través de tus ojos
Calles empedradas
Y murallas medievales
Tú a caballo
Hace siete siglos
Siempre te han gustado los caballos
Tú en la nieve
Tú en el mar
Siempre tú
Esa huella tuya en tu iris
No se olvida
Que te encontraría
Y te reconocería
En cien vidas más
Entre miles de pupilas
Que la energía de tu esencia
No se crea ni se destruye
Sólo se transforma
Se sigue transformando
Vida tras vida
Y en cada una de ellas
Me haces vibrar de nuevo
Como si fuera la primera vez

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